En el Día Internacional de los Bosques, la Asociación
Reforesta llama la atención sobre las señales de un progresivo empeoramiento de
su estado de salud.
El Sur y Levante son las zonas de España más afectadas. A
finales de los años 80 empezó a observarse cómo las encinas y alcornoques se
secaban. Al fenómeno se le denominó “la
seca”. Se identificó al hongo Phytophtora cinnamomi como el principal
responsable. Este hongo proviene de latitudes tropicales y apareció en Europa a
finales del siglo XIX. Hoy es el principal quebradero de cabeza de los gestores
de las dehesas del sur y oeste de España, ya que afecta a decenas de miles de
hectáreas y ha provocado, según Asaja,
la tala de casi medio millón de árboles en los últimos diez años.
Este hongo no solo aparece en las dehesas, ya que también lo
hace en bosques más cerrados. Tampoco es el único causante de la enfermad, ya
que ésta se debe en realidad a un ejército de parásitos, algunos autóctonos y
otros no, que se ceban con los árboles cuando los sorprenden débiles debido a
la meteorología extrema. Y es aquí donde entra en juego el cambio climático,
con sus sequías más intensas y frecuentes y sus menguantes e irregulares
precipitaciones.