Por poner una fecha de inicio, podemos hablar de la Revolución Industrial, a finales del siglo XVIII, como el momento histórico en el que arranca un proceso que nos ha llevado a una situación inédita: por primera vez la acción humana ha traspasado su habitual efecto dañino sobre el contenido (el propio ser humano y el resto de los seres vivos) y está dañando seriamente al continente: el planeta Tierra. Quienes tengan nociones de Ecología sabrán que, en este caso, continente y contenido forman una misma cosa.
viernes, 24 de enero de 2014
miércoles, 22 de enero de 2014
El bosque más viejo de España
El
creciente consumo de naturaleza que se detecta desde hace unas décadas en la
Península Ibérica ha globalizado preguntas acerca de nuestro medio natural que
antes eran ámbito exclusivo de los expertos. El turismo verde busca siempre los
lugares más agrestes, los árboles milenarios o los bosques mejor conservados
donde habiten animales escasos y exclusivos, y nos bombardea con frases
grandilocuentes acerca del interés de cada lugar. Pues bien, excluyendo
frases turísticas y pseudocientíficas y partiendo de un interés racional que no
busque masificar y degradar nuestras últimas forestas, ¿cual es el bosque más
viejo de España?.
jueves, 2 de enero de 2014
Recordando la importancia de los bosques en la lucha contra el cambio climático
Comenzamos 2014 recordándote la importancia de los bosques
en la lucha contra el cambio climático. Los siguientes datos son muy elocuentes
al respecto (fuente: www.cifor.org).
Sumideros de carbono. Los bosques juegan un papel crítico en
la regulación del clima terrestre a través del ciclo de carbono. Retiran
carbono de la atmósfera a medida que crecen y lo almacenan en sus hojas,
tejidos leñosos y en la materia orgánica del suelo. Los bosques del mundo absorben
2,4 miles de millones de toneladas de CO2 cada año, cifra equivalente a un
tercio de las emisiones de este gas derivadas de la quema de combustibles
fósiles. Los bosques son el principal almacén de carbono en las tierras
emergidas, ya que contienen el 77 por ciento de todo el carbono almacenado en
la vegetación y el 39 por ciento del carbono almacenado en suelos.
Turberas y manglares. Las turberas cubren alrededor del 3 por ciento de la tierra
emergida pero almacenan un tercio de todo el carbono contenido en los suelos.
En cuanto a los manglares, su densidad de carbono cuadruplica la de los bosques
tropicales de tierras altas. La pérdida de turberas y manglares contribuye desproporcionadamente
a las emisiones de dióxido de carbono, a la pérdida de biodiversidad y a la vulnerabilidad
de las comunidades costeras. Por ello, la conservación de estos ecosistemas es
clave en la lucha contra el cambio climático.
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